Cuando cambiar de país también significó cambiar de vida
Cuando recibí mi título de Ingeniera en Acuicultura en Chile, jamás imaginé que mi mayor proyecto profesional no estaría en una planta o una oficina, sino en la reinvención total de mi carrera… desde Australia. A los 40 años, decidí soltar la estabilidad que había construido por más de una década y partir de cero, pero con una brújula clara: mi propósito.
Soy Carolina, y hoy te cuento cómo nació Ingeniera del Cambio, no como una marca, sino como el reflejo de una historia real: la mía.
Una ingeniera con vocación social
Mi carrera comenzó en el mundo técnico, pero nunca fue solo de números y procesos. Aunque estudié Ingeniería en Acuicultura, mi vida profesional se movió por sectores como la minería, la energía, la educación y el trabajo con emprendedores. Siempre me motivaron los proyectos con impacto y sentido humano.
Desde muy temprano supe que el camino tradicional no era para mí. En 2016, después de años como empleada, me lancé como consultora independiente. Ahí empezó mi verdadera formación: aprendí a diseñar soluciones, a leer contextos diversos y a trabajar desde la autonomía.
Fundé y lideré proyectos como Susttex Consultores y Heurística SpA, donde tuve el privilegio de acompañar a comunidades, mujeres , emprendedores, equipos de ejecutivos y directivos de grandes compañías y hasta gestionar un Laboratorio de innovación social. También me formé como Coach Ejecutivo, Organizacional y Agile, me especialicé en ESG y obtuve un máster en Negocios Ágiles. Pero más allá de los títulos, mi foco siempre fue el mismo: provocar cambios reales en las personas y los entornos.
La decisión de migrar: empezar otra vez
En 2023, decidí hacer una pausa radical. Sentía que había tocado un techo en mi entorno, y que para seguir creciendo, tenía que abrir nuevos caminos. Me mudé a Australia con una visa de estudiante. Y aunque en el papel llevaba años de experiencia, en la práctica tuve que empezar desde cero.
Limpié casas, trabajé en cafés, envié decenas de CV sin respuesta. Al mismo tiempo, seguía ofreciendo consultoría online a clientes de América Latina. Esa doble vida —de trabajos básicos en el día y asesorías por la noche— me obligó a replantearme muchas cosas. Pero también me mostró algo muy claro: el talento migrante está lleno de historias potentes, subvaloradas por sistemas que no saben leerlas.
Mi propósito, con nuevos colores
Mi propósito no lo encontré en Australia; ya lo traía conmigo desde Chile. Lo que ocurrió al migrar fue que ese propósito tomó nuevos colores, nuevas preguntas y nuevos caminos.
Ver a otros profesionales como yo —formados, con experiencia y talento— ocupando roles que no reflejaban su valor, activó algo más profundo: un llamado a transformar no sólo mi propia carrera, sino también acompañar a otros a hacerlo.
Así nació Ingeniera del Cambio, no como una solución mágica, sino como una respuesta concreta a una necesidad real: reconectar con lo que somos, revalorizar nuestras historias y diseñar carreras que estén a la altura de nuestro potencial.
Lo que viene
Hoy, Ingeniera del Cambio es más que una marca. Es mi forma de estar en el mundo profesional: acompañando a quienes, como yo, decidieron que su historia migrante no sería una pausa, sino el inicio de algo mucho más grande.
Si llegaste hasta aquí, gracias por leerme. Este es solo el comienzo. En el próximo blog, te contaré cómo transformé mi experiencia en un programa completo para profesionales que quieren vivir de su propósito: Freeproneur y la Metodología Impacta.
Designed by @fevercosmic